¡Pronto una gran novedad para el turismo!

LA ENCANTADA

Chulucanas, la tierra de los artesanos
• Los maestros de la cerámica conquistan el mundo

Guido Sánchez Santur
sasagui35@gmail.com

Es un pueblo pequeño, de calles anchas y polvorientas, donde los ‘churres’ andan descalzos y con la panza descubierta. Eso sí bien robustos, pues como la mayoría de piuranos desde pequeños se alimentan de pescado, especialmente la caballa y la chicha de jora.
Esta es al primera impresión que captamos tan luego descendimos del ómnibus que nos lleva al pueblo de la Encantada, en la provincia de Chulucanas, a una hora de la calurosa Piura, cruzando los bosques de algarrobos pastan las cabras y las gentes recogen ese preciado fruto que luego se convertirá en la vitamínica y revitalizante ‘algarrobina’, un extracto que solo los piuranos saben preparar tan bien.
La Encantada se ha hecho conocida a nivel nacional y en el extranjero gracias a las manos laboriosas de su gente que elabora la original Cerámica de Chulucanas, cuyo estilo está posicionado y es conocido ampliamente. Esos méritos son mas que suficientes para formar parte de los productos Bandera del Perú.
Este arte no les es gratuito, pues esa habilidad la heredaron de sus antepasados los Vicús, cuya técnica la conservan con matices modernos. Esta cerámica es trabajada en arcilla decorada con pigmentos y pinturas a base de óxidos de colores.
Cada casa es un taller, con sus hornos que comparten los espacios con las aves de corral. De los 5 mil habitantes, alrededor del 90 por ciento son alfareros, quienes comparten esta actividad con la agricultura (frutales) y la ganadería caprina, por eso en la carretera y por las calles frecuentemente nos topamos con las rústicas carretas jaladas por los famosos piajenos (asnos). Y de trecho en trecho alguna ramada en las que se saborea el exquisito cebiche y la chicha de jora.
Sin embargo, se sabe que en La Encantada hay 48 jefes de talleres formalizados y en cada uno laboran entre 13 y 30 personas, pero en épocas de pedidos especiales para ventas nacionales o exportación la cifra se multiplica.
Esta población empezó a organizarse hace 20 años. A partir de entonces firmaron convenios con diversas instituciones (universidades, ministerios y la cooperación internacional) que les permitió capacitarse y mejorar sus ambientes de trabajo, pero sobretodo prepararse para producir con estándares de calidad exportable.
“La arcilla la traemos de las canteras de El Zanjón, luego de humedecerla, la tamizamos (sacarle las impurezas) y se procede la maceración durante tres días. Después moldean los objetos y la pintan con pigmentos, dejándolos secar antes de llevarlos al horno (dos días después. En total todo el proceso demora alrededor de seis días”, precisa Roso Alamo Flores, mientras moldea artesanalmente su cerámica.
Los hornos generalmente son alimentados con leña de algarrobo y hoja de mango. Dicen que este material le imprime un color especial, aunque otros utilizan hornos eléctricos. El tiempo del quemado depende del color que se le quiera dar. La pieza está casi lista, solo falta el decorado final con imágenes propias de la zona usando pinceles. Después del pintado o embobado al ceramio se le da un bruñido o pulido a fin de darle un brillo especial y se termina con una pasada de betún de color neutro. Los diseños son hechos con figuras en negativo.
Genaro Paz es un conocido artesano quien se precia de tener algunas figuras propias de su taller como la ‘chola peinándose’. Nos comenta que mensualmente produce al menos 3 mil piezas, cuyo cargamento le compran en Estados Unidos, Argentina, Europa, Holanda y otros. El emplea hasta 30 personas cuando tiene pedidos especiales, pero normalmente en su taller laboran 20 artesanos. Sus ingresos anuales los estima en 900 soles en promedio.
Esta calidad y experiencia ganadas merecieron la atención de los empresarios, como un grupo chileno que el año pasado llegó hasta estos talleres para tratar directamente con ceramistas la posibilidad hacer comprar directas a fin de ofertar estos productos en importantes supermercados.
UNA HISTORIA DE ARTE
La técnica de los actuales artesanos se basa en una cultura que alcanzó su esplendor en los años 500 antes de Cristo. Aquí renace el arte de las milenarias técnicas para plasmarse en maravillosas vasijas y jarrones con diferentes motivos y policromas, en alto y bajorrelieve.
Esta riquísima tradición alfarera ha sido retomada hace veinticinco años en Chulucanas, ciudad de 70 mill habitantes ubicada cerca al cerro Vicús.
La técnica de los antiguos tallanes consiste en utilizar una paleta y una piedra, palmoteando hasta darle la forma deseada, sin la necesidad de utilizar el tradicional torno. A diferencia de la cerámica de otras regiones, la de Chulucanas se diferencia por su excelente acabado con la técnica de decoración ‘en negativo’ que se ha convertido en su principal característica; así como el paleteado, una singular forma de modelar vasijas tan solo utilizando una paleta de madera y una piedra redondeada. Ello consiste en golpear la parte externa de la vasija rítmicamente con la paleta, mientras que por el interior, con la piedra a manera de yunque, se va adelgazando y dando forma a la vasija, lo cual requiere de mucha práctica y habilidad.
La producción de cerámica resurge en Chulucanas en los 60 con los ceramistas Máx Inga Adanaqué, Gerásimo Sosa Alache y José Luis Yamunaqué, hijos de alfareros, que con su imaginación y creatividad rescataron la técnica de los Vicús y los Tallanes. Estos jóvenes fueron los impulsores de la cerámica, gracias a la influencia de la religiosa Gloria Joyce, quien los llevó a exponer su talento a los EE.UU. A partir de entonces, su inquietud los hizo investigar más en la cerámica de los Vicús, aportándole su creatividad y propuestas modernas; constituyéndose en los antecesores de muchos jóvenes ceramistas.
Con el transcurrir de los años estos señores se convirtieron en maestros de quienes ahora multiplicaron los talleres y la producción, por eso en las calles trujillanas nos topamos con jóvenes piuranos que ofrecen esos ceramios de calidad. Y si vamos a esas calurosas tierras no podemos retornar sin traernos como recuerdo estos hermosos objetos para ambientar nuestros hogares.
PRIMERA CIUDAD
San Miguel de Piura fue la primera ciudad fundada por los españoles en el Perú en 1532. La zona en la que se asienta fue un importante eje económico del norte del Virreinato y el puerto de Paita, a 55 km. de San Miguel, punto de tránsito forzoso de las naves que se dirigían a Lima.
Centro de una rica región agrícola y petrolera, durante los últimos 20 años se ha convertido en un polo de desarrollo gracias a fuertes inversiones privadas.
La costa norte tiene dos climas diferenciados, si bien el cambio es gradual, hasta el kilómetro 600 el verano es cálido (diciembre/marzo) con temperaturas promedio de 19°c. El invierno (junio/septiembre) presenta cielos cubiertos, aunque la temporada rara vez baja los 12°c. A medida que uno se acerca a latitudes ecuatoriales el clima es más caluroso, con sol todo el año; la temperatura promedio de Piura y Tumbes supera los 23°c, con ocasionales lluvias.
Francisco Pizarro fundó en el valle de Tangarará a orillas del río Chira la primera ciudad española con el nombre de San Miguel. Posteriormente, se trasladó la ciudad al Monte de los Padres (Chulucanas) luego al puerto de Paita, pero ante el asedio de piratas y corsarios, don Juan de Cadalzo fundó definitivamente la actual ciudad de Piura. dándole al nombre de San Miguel de Piura del Villar.
El 4 de Enero de 1821 se proclamó la independencia de Piura. La múltiple oferta de recursos turísticos del departamento concentra su potencialidad en dos zonas, fundamentalmente conformados por atractivos de orden natural recreacionales, culturales, humanos, técnicos, artísticos y científicos contemporáneos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Sr. Guido.
La verdad es que no puedo resistir el escribirle al leer su articulo. No se realmente porque confunden y dicen La Encantada y relacionandola con Chulucanas directamente como si allí se hubiera iniciado la producción de exportación, o donde están los talleres de producciones de exportación. Seria bueno que Ud. supiera que efectivamente La Encantada es un caserío de artesanos,que pentenecese a la provincia de Chulucanas, pero su linea de producción es dedicada mayormente a artesania costumbrista, burros, cholitas cocinando etc., la hizo conocida el Sr. Max Inga, que ya falleció con el famoso Cristo Campesito.
Es necesario, decirle a Ud. por ejemplo que el Sr. Genaro Paz y el Sr. Gerásimo Sosa no habitan en el caserio de la Encantada.
Silvia

Anónimo dijo...

hace poco visite la encantada, me explicaron el proceso que se tiene en la ceramica y el trabajo en general que ellos tienes, me parecio supor interesante. Pero lo que me sorprendio muccho fue el estado de pobreza en el que vive la poblacion de la encantada, y me choco mucho cuando lei en su articulo que los ingresos son de mucho dinero. Sera que los artesanos no saben invertir o hay lago mal en los datos?