La campiña de Moche, en Trujillo (La Libertad, al norte del Perú) se ha convertido en un importante atractivo para los viajeros, gracias al influjo de la Huaca de la Luna, lo cual determinó el crecimiento de los restantes y bulevares gastronómicos que ofertan platos típicos.
Par variar la oferta de atractivos, hace seis meses se construye un centro turístico, en un espacio de dos hectáreas donde sus impulsores proyectan ofertar a los turistas recreaciones de las tradiciones mochicas, venta de artesanía y un museo con una colección privada de piezas arqueológicas correspondientes a diferentes civilizaciones culturales del norte del Perú.
Pero lo más atractivo es el turismo místico y de salud, a través del aprovechamiento de la energía captada con las réplicas de las pirámides egipcias construidas proporcionalmente a escala, con dirección a la Huaca de la Luna y al Cerro Blanco.
Los promotores son César Sifuentes Robles y Claudia Van Hege, quienes hasta el momento invirtieron más de 80 mil dólares, incluido el terreno de dos hectáreas para hacer realidad lo que han denominado “La Pirámide de los Moches”.
Sifuentes explica que el objetivo de este proyecto es diversificar los atractivos de la campiña de Moche, es decir que los visitantes no solo disfruten de la belleza de la Huaca de la Luna y de la gastronomía de la campiña, sino que comprendan la importancia y trascendencia de la cultura mochica.
Estimó que en enero próximo estará terminado este proyecto y cuando abrirá sus puertas al público y se podrá apreciar personajes vestidos a la usanza Moche que escenificarán rituales de pago al apu tutelar (Cerro Blanco) que está junto a la Huaca de la Luna.
En el escenario principal se instalará la efigie del Señor de Sipán y de la sacerdotisa de la Huaca de la Luna. Además se exhibirá y venderá artesanía producida por los mocheros de la campiña. Lo mismo un grupo de músicos que interpretarán temas folclóricos, con quenas y zampoñas.
Otro atractivo será la presencia de un curandero que demostrará sus habilidades con prácticas baños de florecimiento a los turistas. Asimismo, habrán expertas que curan el mal de ojo y el susto.
Además contará con un espacio para camping y fogatas nocturnas, en los que jóvenes puedan pasar noches divertidas.
Al ingresar, los visitantes serán recibidos con ceremoniales moches, y degustarán de bebidas calientes preparados con plantas aromáticas. Debe quedar claro que en este lugar no se expenderá comida. Sifuentes lo concibe como un centro de convivencia Moche.
Las pirámides, que están al fondo, constituyen un centro energético especial que contribuirá a revitalizar a las personas a fin de disipar el estrés. La más grande tiene galerías estrechas, en cuyo recorrido se eliminará las energías negativas hasta llegar a la parte central, donde se absorberá la energía positiva del cosmos, bajo la orientación de un especialista.
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