MALABRIGO DE ENSUEÑO

Malabrigo, sosiego
a orillas del mar
• Posee la ola más larga del mundo que alcanza los 2,5 metros

Guido Sánchez Santur
sasagui35@gmail.com
“Puerto norteño siempre estarás conmigo como en un sueño…”. Esta es parte de la letra de aquél hermoso tondero que le dedicó al afamado Malabrigo el compositor peruano César Miró, a través del que, con la música, de Alcides Carreño retrata la vida de los pescadores.
La tranquilidad y el sosiego de sus playas, desde siempre, atrajeron a los viajeros, caminantes y aventureros. Ahora los jóvenes le tienen especial predilección gracias que posee la ola de más largo recorrido en el mundo.
Los tablistas nacionales y extranjeros buscan esta ola porque conjuga el fuerte viento en contra -off shore- con la corriente intensa y las ondulaciones del sur y el sudoeste, propicias para la práctica del surf.
Estas características singulares lo convierten en un escenario natural del campeonato nacional de tabla hawaiana que todos los años se organiza a propósito de la Semana Santa con la participación de reconocidos deportistas de Lima, Pimentel, Máncora, Pacasmayo, Huanchaco, Las Delicias y Malabrigo, quienes ponen a prueba su mayor energía para superar la fuerza de aquella formidable ola. Este certamen tiene lugar una vez al año y está incluido dentro del calendario turístico nacional.
Los expertos surfistas del Perú y el mundo caracterizan a la ola del Puerto Malabrigo por el point-break izquierda, tubular, en cuatro secciones y que alcanza los 2 metros. El agua es fría, con una temperatura que oscila entre los 22.1°C y 17.7°C., de corriente fuerte y ondulaciones del Sur y del Oeste.
Los que no corren tabla se deleitan observando que la ola más larga del planeta revienta bordeando las dunas, rocas y contrafuertes del paisaje místico. La naturaleza parece haber sido orientada por un experimentado surfer para disponer y producir ese fenómeno tan impresionante que se extiende por casi dos kilómetros y es posible correrla durante más de cinco minutos, y esto requiere piernas de hierro.
DESCANSO PLACENTERO
Este Malabrigo está predestinado a los jóvenes; sin embargo, este puerto tiene más motivos que nos invitan a disfrutar de un fin de semana. Su apacible paisaje marino, el pasado histórico y la brisa, sumado a la amabilidad y creatividad de su gente son encantos convincentes para visitarlo en cualquier época del año.
Con toda seguridad podemos afirmar que se trata de un lugar de descanso, donde las familias trujillanas, lambayecanas, limeñas o de otra latitud pueden llegar a pasar plácidamente cortas o largas temporadas, entre la brisa, el sol y el viento reparador.
A cualquier hora del día se puede caminar por la orilla de playa y entre los acantilados, respirando el aire puro, lejos del ruido ensordecedor y el tráfago de las ciudades o la presión de los centros laborales.
Resulta interesante pescar con anzuelo en el legendario muelle artesanal, otrora infraestructura principal del movimiento económico del valle Chicama por donde salía a otras ciudades del país y el extranjero el azúcar producida en los ingenios de Cartavio, Casa Grande o Chiclín.
La faena de los pescadores artesanales es otro atractivo espectacular. El ir y venir de los hombres de mar constituye una escena rica en historias personales. Ellos, en sus chalanas, traen los peces capturados en alta mar, unos pequeños y otros grandes, aún aleteando, que sorprenden a cualquiera que no está relacionado con esta actividad.
Caminando por una de las polvorientas calles de Malabrigo nos topamos con un septuagenario pescador, ocupado en tejer su red. Muy amable, nos explica los diversos tipos de aparejos: para capturar especies medianas o grandes, como la chita, el suco, el toyo, el lenguado... Especial atención le tomé al Angelota, cuyos huevos redondos, parecidos a los de gallina, son muy nutritivos y recomendados para las personas que padecen cuadros de desnutrición o subalimentación.
Estas bucólicas estampas nos transportan a un mundo diferente, signado por el sosiego y la tranquilidad. Alejados de ese ruido atronador de las ciudades. Un buen motivo para visitarlo solo o en familia. Quien viene de Lima y se queda en este puerto, podría visitar los atractivos de Trujillo, los de Chiclayo o los que se encuentran en este trayecto y volver a descansar sin mayores inconvenientes. Un lugar apacible, de ensueño y difícil de olvidar.
EL BRUJO
Más allá, fuera de Malabrigo, podemos visitar el complejo arqueológico El Brujo, un legado histórico de la cultura Mochica, famosos mundialmente por la Dama de Cao, excavada hace dos años. También es posible admirar a los famosos caballos peruanos de paso en el criadero Anibal Vásquez Montoya, ubicado en Paiján, el que nos facilita cabalgatas a orillas de playa.
El Complejo Arqueológico El Brujo está formado por las pirámides mochicas de Cao Viejo y Huaca Cortada, además de un conjunto de restos de la época prehispánica y colonial repartidos en una amplia área desértica de forma triangular que se ubica sobre una poco elevada meseta en la margen izquierda del río Chicama, cerca de su desembocadura, sobre el litoral del Océano Pacífico.
Destacan las pirámides de Cao Viejo y Huaca Cortada (de la cultura Moche), motivo de estas letras y protagonistas principales de este sitio. Comparten eta misma área, El Paredón (de la época moche), Huaca Prieta, montículo que guarda evidencia de pobladores de la época pre-cerámica (3000 - 1800 a.C.), ruinas de una iglesia católica del siglo XVI (data de alrededor del año 1580), construida por los sacerdotes de la orden de los Dominicos para contrarrestar la adoración a las antiguas huacas (la pirámide de Cao Viejo, por ejemplo). Fue uno de los primeros templos cristianos de la costa norte del Perú. Además, restos de un pequeño pueblo, de la misma época que la iglesia.