• Más de 900 turistas estadounidenses conocieron la ciudad
Desde ultramar a Trujillo,
americanos recorren calles
Guido Sánchez Santur
presidencia@repturperu.com
Eran las 8.00 de la mañana y las calles aún estaban frías y desoladas, sin la vorágine de la gente y los vehículos que se desplazan con rapidez en un día laborable cualquiera. Quizá fue se debió al feriado en el Día de los Muertos y por la resaca que en muchos dejó la celebración de la Canción Criolla o el hallowen.
Bajo ese panorama, un grupo de personas, ataviadas con un polo de color anaranjado, como mejor distintivo, empieza su agitada labor en la esquina de los jirones San Martín y Almagro, haciendo llamadas telefónicas, coordinando la distribución de los buses, los permisos en Enapu Salaverry y las entradas a los lugares turísticos. Todo debía estar en orden, hasta el menor detalle, y esa responsabilidad estuvo en manos de Carolina Zárate y Eliana Vásquez, de la agencia de viajes y turismo Trujillo Tours.
Tal trajín es justificado, y no es para menos. Una vez más Trujillo, en pleno feriado largo, abrió sus puertas a los turistas, pero esta vez, de manera especial, a los más de 900 extranjeros (de los mil 800 que lleva a bordo) que descendieron del crucero Norwegian Dream, el mismo que a las 10 de la mañana de ayer acodó en el muelle del Puerto Salaverry, media hora antes de lo previsto.
De la lujosa y deslumbrante embarcación, procedente de Miami (Estados Unidos), empezaron a salir los turistas, la mayoría de la tercera edad, ávidos de conocer nuestra ciudad y sus principales atractivos; pero no podían hacerlo por su cuenta, pues toda la logística necesaria para que su corta estancia sea placentera, como en anteriores ocasiones, dependía del personal de Trujillo Tours, que en el mismo lugar de operaciones iban y venían de un lado a otro, con los teléfonos móviles en permanente comunicación.
Los 900 pasajeros que compraron sus paquetes turísticos abordaron los 25 buses que fueron contratados para prestar este servicio (Línea, Móvil Tours, Días, Civa, Ittsa y El Dorado) y enrumbaron con destino a Chan Chan, Huaca de la Luna o el centro histórico, indistintamente. Todos no pudieron conocer estos tres atractivos porque el tiempo no se los permitía, pues sólo tenían tres horas para permanecer fuera del barco.
Los guías bilingües dispuestos en cada bus, recibían a los turistas con una amigable sonrisa, y los ayudaban a abordar el vehículo, donde luego les explicaron las bondades y virtudes del pasado y presente de Trujillo, esa grandeza de los moches y chimús plasmada en Chan Chan y Huaca de la Luna, o el legado español a través de las casonas, conventos y templos que se mantienen en pie desde la Colonia y la República.
Esto los dejó maravillados y no dudaron en reconocer su grandeza. En el centro histórico no cesaban de observar con detenimiento cada detalle de la arquitectura, entre la que les llamó la atención la catedral y el palacio arzobispal al cual tuvieron acceso privilegiado, gracias a su puesta en valor, como primer paso a lo que será el futuro circuito turístico religioso.
Los turistas que no se trasladaron a la ciudad tuvieron la oportunidad de llevarse un recuerdo trujillano, gracias a la presencia de al menos 40 artesanos que instalaron sus puestos de venta a inmediaciones del muelle, muy cerca al barco. Los extranjeros quedaron maravillados con las chompas, ponchos, polos estampados, cerámica, tarjetas, trabajos en cuero, caballitos de totora, cofres y una diversidad de souvenirs que ofrecieron los representantes de Asociación Feria Artesanal de Huanchaco, la Asociación de Productores de la Macrorregión Norte y la Fundación de Artesanos del CTN. No todos eran productores directos, sino también comerciantes que acopian estos productos y aprovechan esta ocasión a fin de tener sus mayores ventas.
“Esta es una oportunidad muy importante para los artesanos porque podemos vender nuestros productos a un precio justo. Cuando arriba un crucero, cada artesano que está presente acá vende entre 200 y 400 dólares”, comentó Edith Muñoz Sánchez, impulsora de la Fundación de Artesanos del CTN.
Para la gerente de Trujillo Tours, Carmen Melly Luna Victoria, este tipo de turistas tiene un enorme capacidad de gasto, lo cual dinamiza significativamente la economía local, en la medida que redunda en los ingresos de las empresas de transporte de pasajeros, los taxistas, los guías de turismo, los diferentes negocios y los artesanos.
Estos visitantes extranjeros se fueron satisfechos de haber conocido el Trujillo preincaico, colonial y republicano, pero su partida nos deja el reto de continuar mejorar y mejorar la capacidad de atención, en la medida que otros tantos anuncian su venida en los sucesivos cruceros que ya programaron su arribo al puerto Salaverry.
Ojalá para entonces las calles estén más abrigadas con un radiante sol, y las iglesias, casonas y museo, en su mayoría, permanezcan abiertas para beneplácito de los exigentes turistas.
MAS INFO
Unión para crecer
Aunque los turistas extranjeros que ayer arribaron a Trujillo apreciaron, en su mayoría, la parte externa de la arquitectura del centro histórico, se percibió el sinsabor que les quedó al no poder ingresar a la mayoría de casonas debido a que permanecieron cerradas por tratarse de un día feriado. Esta situación nos debe hacer reflexionar para que las autoridades, el sector privado vinculado al turismo y los propietarios de esos inmuebles se pongan de acuerdo que éstos sean abiertos los sábados y domingos, los días no laborables, teniendo en cuenta que en estas fechas es cuando llegan más turistas nacionales y extranjeros.
También cabe llamar la atención que faltan guías de turismo bilingües para atender esta demanda temporal. El reto es que estos profesionales se capaciten cada vez más.
Desde ultramar a Trujillo,
americanos recorren calles
Guido Sánchez Santur
presidencia@repturperu.com
Eran las 8.00 de la mañana y las calles aún estaban frías y desoladas, sin la vorágine de la gente y los vehículos que se desplazan con rapidez en un día laborable cualquiera. Quizá fue se debió al feriado en el Día de los Muertos y por la resaca que en muchos dejó la celebración de la Canción Criolla o el hallowen.
Bajo ese panorama, un grupo de personas, ataviadas con un polo de color anaranjado, como mejor distintivo, empieza su agitada labor en la esquina de los jirones San Martín y Almagro, haciendo llamadas telefónicas, coordinando la distribución de los buses, los permisos en Enapu Salaverry y las entradas a los lugares turísticos. Todo debía estar en orden, hasta el menor detalle, y esa responsabilidad estuvo en manos de Carolina Zárate y Eliana Vásquez, de la agencia de viajes y turismo Trujillo Tours.
Tal trajín es justificado, y no es para menos. Una vez más Trujillo, en pleno feriado largo, abrió sus puertas a los turistas, pero esta vez, de manera especial, a los más de 900 extranjeros (de los mil 800 que lleva a bordo) que descendieron del crucero Norwegian Dream, el mismo que a las 10 de la mañana de ayer acodó en el muelle del Puerto Salaverry, media hora antes de lo previsto.
De la lujosa y deslumbrante embarcación, procedente de Miami (Estados Unidos), empezaron a salir los turistas, la mayoría de la tercera edad, ávidos de conocer nuestra ciudad y sus principales atractivos; pero no podían hacerlo por su cuenta, pues toda la logística necesaria para que su corta estancia sea placentera, como en anteriores ocasiones, dependía del personal de Trujillo Tours, que en el mismo lugar de operaciones iban y venían de un lado a otro, con los teléfonos móviles en permanente comunicación.
Los 900 pasajeros que compraron sus paquetes turísticos abordaron los 25 buses que fueron contratados para prestar este servicio (Línea, Móvil Tours, Días, Civa, Ittsa y El Dorado) y enrumbaron con destino a Chan Chan, Huaca de la Luna o el centro histórico, indistintamente. Todos no pudieron conocer estos tres atractivos porque el tiempo no se los permitía, pues sólo tenían tres horas para permanecer fuera del barco.
Los guías bilingües dispuestos en cada bus, recibían a los turistas con una amigable sonrisa, y los ayudaban a abordar el vehículo, donde luego les explicaron las bondades y virtudes del pasado y presente de Trujillo, esa grandeza de los moches y chimús plasmada en Chan Chan y Huaca de la Luna, o el legado español a través de las casonas, conventos y templos que se mantienen en pie desde la Colonia y la República.
Esto los dejó maravillados y no dudaron en reconocer su grandeza. En el centro histórico no cesaban de observar con detenimiento cada detalle de la arquitectura, entre la que les llamó la atención la catedral y el palacio arzobispal al cual tuvieron acceso privilegiado, gracias a su puesta en valor, como primer paso a lo que será el futuro circuito turístico religioso.
Los turistas que no se trasladaron a la ciudad tuvieron la oportunidad de llevarse un recuerdo trujillano, gracias a la presencia de al menos 40 artesanos que instalaron sus puestos de venta a inmediaciones del muelle, muy cerca al barco. Los extranjeros quedaron maravillados con las chompas, ponchos, polos estampados, cerámica, tarjetas, trabajos en cuero, caballitos de totora, cofres y una diversidad de souvenirs que ofrecieron los representantes de Asociación Feria Artesanal de Huanchaco, la Asociación de Productores de la Macrorregión Norte y la Fundación de Artesanos del CTN. No todos eran productores directos, sino también comerciantes que acopian estos productos y aprovechan esta ocasión a fin de tener sus mayores ventas.
“Esta es una oportunidad muy importante para los artesanos porque podemos vender nuestros productos a un precio justo. Cuando arriba un crucero, cada artesano que está presente acá vende entre 200 y 400 dólares”, comentó Edith Muñoz Sánchez, impulsora de la Fundación de Artesanos del CTN.
Para la gerente de Trujillo Tours, Carmen Melly Luna Victoria, este tipo de turistas tiene un enorme capacidad de gasto, lo cual dinamiza significativamente la economía local, en la medida que redunda en los ingresos de las empresas de transporte de pasajeros, los taxistas, los guías de turismo, los diferentes negocios y los artesanos.
Estos visitantes extranjeros se fueron satisfechos de haber conocido el Trujillo preincaico, colonial y republicano, pero su partida nos deja el reto de continuar mejorar y mejorar la capacidad de atención, en la medida que otros tantos anuncian su venida en los sucesivos cruceros que ya programaron su arribo al puerto Salaverry.
Ojalá para entonces las calles estén más abrigadas con un radiante sol, y las iglesias, casonas y museo, en su mayoría, permanezcan abiertas para beneplácito de los exigentes turistas.
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Unión para crecer
Aunque los turistas extranjeros que ayer arribaron a Trujillo apreciaron, en su mayoría, la parte externa de la arquitectura del centro histórico, se percibió el sinsabor que les quedó al no poder ingresar a la mayoría de casonas debido a que permanecieron cerradas por tratarse de un día feriado. Esta situación nos debe hacer reflexionar para que las autoridades, el sector privado vinculado al turismo y los propietarios de esos inmuebles se pongan de acuerdo que éstos sean abiertos los sábados y domingos, los días no laborables, teniendo en cuenta que en estas fechas es cuando llegan más turistas nacionales y extranjeros.
También cabe llamar la atención que faltan guías de turismo bilingües para atender esta demanda temporal. El reto es que estos profesionales se capaciten cada vez más.
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