. Una reflexión a propósito del Día Mundial del Turismo Hay que humanizar el turismo Guido Sánchez Santur presidencia@repturperu.com “El turismo, que es una actividad generalmente asociada al descanso, a la diversión, al deporte y al acceso a la cultura y a la naturaleza, debe concebirse y practicarse como un medio privilegiado de desarrollo individual y colectivo. Si se lleva a cabo con la apertura de espíritu necesaria, es un factor insustituible de autoeducación, tolerancia mutua y aprendizaje de las legítimas diferencias entre pueblos y culturas y de su diversidad”. Así reza el segundo artículo del Código Ético Mundial para el Turismo, adoptado por la Organización Mundial de Turismo (OMT) en su decimotercera Asamblea General, realizada en Chile en diciembre de 1999. Este concepto no puede ser más oportuno en las circunstancias actuales, cuando el mundo está convulsionado por guerras intestinas en África Occidental (Sierra Leona, Guinea, Cote d`ivoire y otros que en las dos últimas décadas dejaron más de 2 millones de víctimas morales), el Medio Oriente (Israel-El Líbano), las tensiones entre EE.UU. e Irán y los movimientos terroristas mundiales que amenazan la paz en el mundo. El buen aprovechamiento del ocio con la práctica del turismo no solo debe constituir una oportunidad de conocer físicamente otros lugares, países o ciudades, sino sobretodo para la comprensión de los modos de vida y las concepciones de las gentes de otras latitudes, lo que nos conllevará a esa “tolerancia mutua y aprendizaje de las legítimas diferencias entre pueblos y culturas y de su diversidad”. “!Si quieres la Paz, prepárate para la Paz!”, así lo expresó el maestro Manuel Jesús Orbegozo, en su artículo Turismo: pasaporte para paz, con el cual ganó el Premio Mundial de las Naciones Unidas. Esta frase la sustentó con toda autoridad y con la fuerza de la razón, después de haber recorrido el mundo en las décadas 60 y 70, como corresponsal de guerra en las más sanguinarios conflictos que libraban diferentes países del el mundo. “El turismo (debe ser) entendido como un medio sagaz de comunicación humana como el más práctico sistema que posee el hombre para realizar la confraternización con los demás…Viajar no solo significa trasladarse materialmente de un lugar a otro, sino también, trasladarse espiritualmente, con la convicción de que cada turista es un embajador de la fraternidad y la paz”, expresa Orbegozo. En esa perspectiva, la frase “el turismo es tarea de todos” coadyuva a comprender que tanto autoridades gubernamentales de todos los niveles, gremios empresariales, organizaciones de la sociedad civil, ONGs y periodistas tienen la imperiosa responsabilidad de unir esfuerzos orientados a hacer del turismo una herramienta para la paz social, puesto que se trata de una actividad económica que genera riqueza en los pueblos y contribuye a la disminución de los índices de pobreza. El secretario general de la OMT, Francesco Frangialli, en su discurso pronunciado ante más de 60 ministros de Turismo de los países islámicos, instó a los líderes mundiales a aprovechar la capacidad del turismo de construir nuevos puentes universales de entendimiento entre los Estados. La OMT estima que el número de llegadas de turistas internacionales en 2005 alcanzó los 800 millones, lo que significa un crecimiento del 5,5 por ciento, que se suma al 10 por ciento de aumento registrado el año anterior. Esa avalancha humana que a diario se desplaza por el mundo se adentra en los pueblos y comunidades sorprendiéndose con las tradiciones, costumbres y folclore autóctonos, inclusive identificándose con esos modos de vida que lo ayudan a comprender las diferencias culturales. Esta es una forma de analizar al turismo con una visión no solo económica, sino más humana. COMUNICACIÓN Y TURISMO En este mundo globalizado, los medios de comunicación y, en esencia los periodistas, juegan un rol trascendente en el desarrollo turístico de los países, ya sea como difusores de los destinos con su gente y los servicios turísticos, así como transmisores de mensajes que ayudan a la concienciación respecto a la identidad, el patrimonio cultural y el buen trato al turista. “Un destino turístico podría ser “el Paraíso sobre la Tierra", pero si el público no sabe de él, es como si jamás hubiera existido para el resto del mundo”, comenta el experto en Comunicación y Turismo, Rodolfo Espinal. En la primera conferencia regional sobres las Comunicaciones en el Turismo (Tourcom), promovida por la OMT en mayo último en Nusa Dua (Indonesia) se estableció cuan importante es que los entes involucrados en el turismo asimilen el papel determinante que juegan los medios de comunicación y de quienes en ellos trabajan, para el éxito inmediato y sostenible de un destino. "En un mundo que cambia con mayor rapidez y radicalidad de lo que nunca se creyó, las comunicaciones se han convertido en un pilar fundamental de la información, el entendimiento, el progreso y la paz. No sólo el mundo corre a la velocidad de las aguas del río, sino que, de vez en cuando, se ve conmocionado y sacudido por eventos dramáticos e inesperados que distorsionan el fluir de las cosas como las cataratas distorsionan el fluir del río. El entorno cambiante ha hecho que el sector turístico esté más consciente que nunca de la necesidad de unas comunicaciones efectivas", sostuvo David de Villiers, secretario general adjunto de la OMT. Eso implica, agrega, que ha llegado el momento de ampliar la asociación público-privada con un nuevo interlocutor: los medios de comunicación, invitados a contribuir al proceso y a actuar como guardianes para garantizar que el turismo se desarrolle de manera sostenible. El periodista Manuel Jesús Orbegozo sugiere que la tarea de los periodistas es humanizar el turismo, es decir que en sus crónicas o reportajes no solo se limiten a describir los atractivos turísticos, sino que ahonden en la historia de las culturas, en la gente de las comunidades locales y sus tradiciones, que cobijan enseñanzas únicas e inigualables. Lamenta que los periodistas de estas épocas se ciñan más a describir hechos informativos, lo cual no es tanto culpa de ellos, sino de quienes dirigen los medios al no permitir la práctica de un periodismo interpretativo o literario, con un estilo más libre. Esta limitante impide que muchos periodistas no exploten temáticamente el turismo, sino que lo abordan tangencialmente. No solo interesa decir las características de Chan Chan o la Huaca de Luna, sino además hablar con los pobladores del entorno, quienes nos ilustran con sus mitos y sus leyendas. El conocimiento del hombre humilde y pobre, observando su sosiego, su estilo de vida y la riqueza de su cultura nos da una valiosa materia para el logro de historias más atractivas y motivadoras. Además humanizaremos el mensaje y, en consecuencia, el turismo. |
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